La metodología Lean Startup es el proceso por el que las empresas emergentes crean un negocio. La idea es mejorar el producto o servicio e innovar a través de realizar modificaciones según la opinión de los usuarios que lo prueban.
Se aplican los cambios al producto o servicio, hasta obtener el producto final. Es un proceso que consta de cinco pasos esenciales y se realizará cuantas veces sea necesario. Éstos son sus pasos:
1.Plantear una hipótesis
Nos planteamos la parte de un problema a resolver y explicamos por qué el cliente estaría dispuesto a pagar por la oferta.
Para identificar el problema, se pueden realizar una serie de entrevistas a los clientes potenciales e identificar qué les preocupa realmente. Hay que saber si el problema es lo suficientemente relevante para atacarlo.
2.Validar la hipótesis
Desde la idea inicial de crear el producto o servicio con las características básicas para comprobar si es lo que el cliente quiere, hasta su demostración de cómo funciona. El objetivo es saber si el cliente querría adquirirlo o tendría utilidad para él.
En esta primera validación, se denomina al usuario “early adopters”. Serán los primeros que lo utilizarán y los más susceptibles de probar cosas nuevas en el sector.
3.Medir la hipótesis
La mejor manera de saber qué métricas debemos implementar es identificar cuáles son los pasos a seguir para llegar hasta el producto final y cuántas veces se ha recurrido al proceso hasta llegar al resultado final que saldrá al mercado.
Lo podemos identificar con los KPI (indicadores de calidad) de un producto, medirlos para saber si se cumplen los objetivos y de ahí mejorar el producto o servicio que se ofrece.
4.Generar un aprendizaje validado
En esta fase, tras haber realizado los ajustes y cambios en el producto o servicio ofrecido, comprobamos si el cliente lo ve útil. Para ello, es indispensable saber escuchar a nuestros stakeholders (personas implicadas directa o indirectamente en nuestro negocio) y tener en cuenta su feedback.
5.Repetir el ciclo
Realizar una vez este proceso, no asegura obtener el producto o servicio final. Habrá que repetirlo cuántas veces sea necesario.
Una vez aplicados estos pasos, es momento de lanzar nuestro producto. El Producto Mínimo Viable o MVP en inglés es el prototipo de la idea que teníamos adaptada al mercado. Es un producto básico, con las funcionalidades esenciales, que permitirá testear la reacción ante el público objetivo. Nos ayudará a definir nuestra idea hasta conseguir el producto final.