La metodología Lean Startup cambió el modo de crear una empresa: es una manera de lanzar un negocio de forma sencilla, rápida y con costes bajos. Este modelo fue planteado originalmente por Steve Blank, emprendedor y mentor en Silicon Valley, como una metodología de validación de producto basada en la satisfacción del cliente. Posteriormente, Eric Ries, alumno de Blank, popularizó el método a través de su libro “El método Lean Startup”.
Este modelo de negocio cuenta con 5 pasos fundamentales, con un objetivo claro: el aprendizaje validado.
Se verifica la hipótesis de forma paulatina, antes de tener el producto final. Para ello, se acotan y definen diferentes ciclos de desarrollo en un periodo de tiempo. Finalmente, se obtiene un feedback de valor del cliente potencial, que nos ayuda a definir la ruta hasta el producto final. En el método Lean Startup se pueden complementar con estas 3 técnicas:
Customer Development
Customer development plantea la idea de comprobar si el producto satisface las necesidades del cliente. Se realiza una encuesta cuantitativa o cualitativa, donde se enseña u ofrece el producto o servicio, y se obtiene una valoración del usuario.
Business Canvas
Este canvas es una hoja de papel y está dividido por cuadrículas de la siguiente manera:
Segmento de clientes: Se identifica el tipo de cliente que consumirá nuestro producto. Qué siente, ve, escucha, cuáles son sus problemas y cómo nuestro producto o servicio puede aportarle beneficios o soluciones.
Propuesta de valor: Es el eje principal de todo modelo de negocio. Es el motivo por el cual el cliente va a comprarnos a nosotros y no a otro. Sirve para identificar nuestro elemento diferenciador, y aporta una ventaja competitiva a nuestra marca.
Canales: Es la manera en la que vamos a acercarnos al cliente. Definimos los canales de distribución de nuestro producto o servicio.
Relación con los clientes: Definimos el cómo y de qué manera vamos a comunicarnos con nuestro cliente. Es el método en el que decidimos cómo escuchar a nuestro cliente, para mejorar e innovar en nuestro producto o servicio para que ese cliente sea fiel al negocio.
Ingresos: La manera en la que vamos a monetizar nuestro negocio es la parte más importante del Business Canvas. Al final, es lo que va a sustentar y hacer rentable nuestra idea.
Recursos: Pensar en los recursos que se disponen y los que se necesitan para llevar a cabo el producto o servicio que indispensables para ejecutar la idea. Tenemos que ser cautos a la hora de definirlos, y pensar a su vez, la forma de optimizarlos, para poder conseguir la máxima productividad posible al mínimo coste.
Actividades clave: Hay que tener claro el proceso de producción del producto o servicio antes de que llegue al mercado. Sin una planificación no se llega a ninguna parte, y menos al producto final. Es el núcleo del día a día y el cómo se ejecutará esa rutina.
Aliados clave: En cualquier negocio es necesario tener aliados, socios o colaboradores, al igual que proveedores. Te ayudarán a llegar más rápido al cliente, ya que, al estar avalado por su reputación o experiencia, se transmite más seguridad, y por tanto, más tranquilidad al cliente.
Estructura de costes: Se definirán las prioridades junto con los costes fijos y gastos esenciales para el desarrollo del negocio. Es importante tener clara esta estructura y no desviarse de los presupuestos, ya que, si eso ocurre, puede suponer que el negocio fracase por problemas financieros.
Técnicas ágiles
Las técnicas ágiles son un conjunto de herramientas de comunicación dinámicas para proponer ideas, mejoras e ir configurando el resultado final del producto o servicio. Por ejemplo, herramientas de gestión de proyectos como Trello o Asana, permiten gestionar las tareas dentro de los proyectos y así asignar y delegar responsabilidades a cada uno de los miembros del equipo.