Tanto la Directiva 2019/790 como el Real Decreto 24/2021 dejan claro que las plataformas digitales, como YouTube o Twitch, o las redes sociales, como Instagram, son responsables de que sus usuarios cumplan con los derechos de autor de las obras protegidas, otorgando a tales plataformas un rol más proactivo a la hora de detectar un contenido que se ha publicado de manera ilícita.
Por ello, si por alguna razón estás planteando subir a tu canal, en alguna de estas plataformas, contenido que puede incluir fragmentos de obras que están o podrían estar sujetas a derechos de propiedad intelectual de terceros, es conveniente que, previamente tomes las debidas cautelas y te asegures de que el uso que se va a hacer de dichas obras cumple no solo con la normativa española y europea, al estar previsto dentro de sus límites y/o excepciones, sino también con las propias políticas de estas plataformas.
Plataformas como YouTube o Twitch basan sus políticas de derecho de autor en el sistema estadounidense del “fair use” o uso legítimo. El uso legítimo ampara ciertas utilizaciones no autorizadas de obras protegidas cuando dan lugar a obras nuevas y transformadoras. Este sistema considera legítimas aquellos contenidos creativos que incorporan elementos protegidos con el fin de dotarlos de un significado nuevo, bien por el contexto en el que se insertan, bien por sufrir una modificación de tal calado que resulten difícilmente identificables en el conjunto de la obra resultante.
Bajo esta aproximación, proveniente de la normativa estadounidense, para analizar con si puede considerarse que se está haciendo un uso legítimo de un material protegido por derechos de autor, deben analizarse una serie de factores como, por ejemplo, el carácter y el propósito del uso de la obra protegida (diferenciándose, por ejemplo, si el uso de la obra protegida tiene finalidad comercial o responde también a objetivos educativos sin ánimo de lucro); o si se están tomando pequeños fragmentos de la obra original o una parte más extensa para los fines perseguidos.
Asimismo, ambas plataformas permiten que, bajo determinadas circunstancias, ciertos terceros puedan interponer una reclamación para que se elimine el material que, presuntamente, infringe derechos de autor de dicha tercera persona. En ese momento, la plataforma en cuestión podrá proceder a su análisis y decidir el bloqueo del contenido que, presuntamente, infringe los derechos de autor y se pondrán en contacto con la persona que ha subido el contenido para aclarar la reclamación presentada.
De lo anterior se deduce fácilmente la importancia de intentar adecuar el contenido que vaya a subirse no solo a la normativa sino también a las propias políticas de estas plataformas basadas en el fair use.
Por este motivo, y a modo de pautas o sugerencias, te señalamos debajo cinco consideraciones que ayudaran a que el material subido pueda considerase un uso licito de fragmentos de una obra protegida.
1.Intenta modificar el contenido subido a la plataforma para que se diferencie claramente del contenido original sujeto a derechos de autor, intentando que, en la medida de lo posible parezca una creación nueva e independiente.
2.Intenta dotar de la mayor originalidad posible al contenido.
3.Es conveniente también que el contenido subido no tenga finalidad comercial o, al menos, que la finalidad comercial no sea la única.
4.Usa siempre el mínimo contenido posible sujeto a derechos de autor y siempre exclusivamente en la medida que sea necesario para la finalidad buscada.
5.Evita en la medida de lo posible verter cualquier tipo de contenido que pueda causar un daño a la obra original o a su autor.
6.Asegúrate de que el contenido subido a la plataforma no perjudica en forma alguna la normal explotación de la obra original.
Por último, pero no menos importante, en caso de que tengas alguna duda y el contenido que vayas a subir a la plataforma sea especialmente importante para ti y tu organización, consulta el asunto con un experto que pueda ayudarte a valorarlo.