Gonzalo de Ulloa y Pablo Casado son dos jóvenes abogados que fundaron Youandlaw allá por 2013. Ambos provenían del gran despacho de ámbito jurídico mercantil y tenían la misma idea en común: no es posible adaptarse a las nuevas empresas sin romper con la fórmula tan arraigada de hacer las cosas.
De modo que se embarcaron a la aventura, y crearon un nuevo modelo de negocio adaptando la asesoría jurídica al sector del emprendimiento. Lo hicieron implementando en su día a día las mismas metodologías ágiles y herramientas tecnológicas que las startup; y con una fórmula de cercanía que les permitió ir de la mano tanto del emprendedor como del inversor, generando una gran confianza en sus clientes. Además, el tamaño medio de Youandlaw reforzó la posibilidad de ser más cercanos y les hizo un hueco como acompañante de las empresas emergentes y fondos de inversión.
Empresas que, por otro lado, necesitan que su proveedor jurídico sea un gran experto. Por eso Ulloa y Casado mantienen unos altos estándares de calidad y exigencia en sus trabajos; algo que consiguen con mimo y dedicación y que el cliente percibe y le hace quedarse a largo plazo. Esto es posible, según sus fundadores, porque “apostamos por proyectos en los que confiamos, facilitándoles el acceso a asesoramiento jurídico mediante la adaptación de honorarios en cualquier fase de crecimiento”.
En esta línea, grandes perfiles de emprendimiento como Ticketea, Genial.ly, Payflow, Katoo, Auara o fondos de inversión como Big Sur Ventures, The Valley Venture Capital o K Fund entre otros.
La esencia de una empresa es su equipo. Y tanto Pablo como Gonzalo, que pusieron la semilla del proyecto, se han esforzado cada día por transmitir la cultura de la empresa intacta. Un trabajo que hace que Youandlaw sea una familia y que sus integrantes sientan que navegan en la misma dirección: ser uno más en el ecosistema startup.
¿A qué os dedicabais antes de poner en marcha Youandlaw?
Nos conocimos trabajando en un gran despacho. Pablo es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y máster en Derecho Empresarial por el Centro de Estudios Garrigues; y Gonzalo es Licenciado en E1 por ICADE (Derecho y Diploma Empresarial) y máster en Humanidades en la Universidad Francisco de Vitoria.
¿Hicisteis algún tipo de estudio de mercado para comprobar la viabilidad de la idea de negocio?
En los pasos previos del proyecto analizamos a los principales despachos que asesoraban a startups y vieron que en el momento en el que empezaban ninguno estaba especializado de manera exclusiva en el asesoramiento a startups. Además, hicimos un análisis de buenas prácticas para integrarlas en nuestra forma de hacer las cosas y ofrecer un servicio altamente profesionalizado. En paralelo y tomando como referencia marcos de trabajo de gran aceptación, creamos un handbook que iba a regir nuestra manera de trabajar y relacionarnos con el cliente para mantener siempre un método actualizado, tecnológico y cercano. Con estas guías de inicio, abrimos las puertas del despacho y fuimos pioneros en establecer una nueva tradición en el asesoramiento jurídico.
¿Qué os diferencia de la competencia?
Quizá seamos un rara habilis dado que nuestro equipo proviene de grandes despachos y ha obtenido su expertise de los mejores abogados; y sin embargo hemos preferido crear un proyecto de un tamaño adaptado que, con la misma profesionalidad, nos ha permitido ser mucho más cercanos y acompañar a las empresas emergentes.
Por otra parte, el espíritu emprendedor de nuestro equipo no solo nos lleva a tener una metodología y unas tecnologías actualizadas; además lo llevamos en nuestra esencia. Esto se traduce en que el propio despacho apostamos por los proyectos en los que creemos y confiamos, facilitando el acceso a asesoramiento jurídico de primer nivel mediante la adaptación de honorarios a cualquier fase de crecimiento. Hemos confiado en proyectos pre-semilla, les hemos seguido en su día a día y posteriormente les hemos visto tener éxito.
Las nuevas empresas del sector tecnológico demandan una colaboración estrecha y flexible y que los abogados tengan conocimiento del sector, de su forma de trabajar y construir una relación de confianza. En esta línea, no queremos que nos perciban como un proveedor legal, si no como una asesoría jurídica interna.
¿Cuáles fueron los principales problemas a los que tuviste que hacer frente durante la puesta en marcha del negocio (búsqueda de local, de profesionales, de recursos, trámites burocráticos, etc.)? ¿Cómo los resolvisteis?
Siempre nos hemos comportado como una startup, desde el inicio. Preguntáis sobre la búsqueda de nuestra primera oficina; y ante los limitados recursos iniciales nuestra opción fue presentar nuestra candidatura a un concurso de una aceleradora en la que el premio consistía en un intercambio de servicios; y después de quedar ganadores pudimos arrancar en nuestro primer espacio: Cink Emprende. Lo cierto es que empezamos buscando donde no había y con mucha dedicación y esfuerzo hemos andado hasta donde hoy estamos.