¿Qué deberían saber las startups del compliance?
Cada vez se habla y se utiliza más el concepto de compliance pero, ¿qué es el compliance? ¿Me interesa como startup? ¿Sólo afecta a las grandes empresas?. Ante todas estas preguntas, seremos lo suficientemente osados para responder en pocas líneas.
Desde el año 2010, las startups pueden ser responsables penales ante la comisión de delitos por sus administradores, apoderados o trabajadores bajo su supervisión. Las penas previstas van desde la multa hasta la disolución definitiva de la persona jurídica, impidiendo que continúe ejerciendo cualquier actividad económica, aunque fuere lícita. Son consecuencias serias, por lo que implementar un programa de compliance puede ser una estrategia distintiva y una ventaja competitiva para los emprendedores.
El compliance se traduce literalmente como “cumplimiento” y se refiere a la cultura del cumplimiento normativo. Esto es, la cultura de cumplir con las leyes y con los códigos internos y éticos propios y de los partners.
El legislador español premia a las empresas que establecen procedimientos adecuados para garantizar que todos los miembros del equipo (founders, administradores, empleados…) cumplan con la normativa actual y prevengan futuros delitos. Para cumplir con ello, se debe identificar las actividades con riesgo, establecer protocolos de actuación, disponer de modelos de gestión de los recursos financieros para impedir la comisión de delitos, imponer la obligación de información de posibles riesgos o incumplimientos, establecer un sistema disciplinario y verificar periódicamente que se cumpla el modelo.
Implementación del programa de cumplimiento
Debemos destacar que la correcta implementación de un programa de cumplimiento permite:
1. Eximirse de responsabilidad penal, o, al menos, atenuarla;
2. Si forma parte de la estrategia del negocio, previene delitos y sanciones económicas;
3. Captar partners, inversores y clientes, puesto que las grandes empresas requieren, cada vez más, que sus proveedores cuenten con un programa de compliance;
4. Adelantarse a un movimiento legislativo que viene con fuerza: el principio de responsabilidad proactiva. ¿Os recuerda a algo? Seguramente ya lo estéis siguiendo en el ámbito de la protección de datos. Consiste en que los responsables sean capaces de garantizar la aplicación de la normativa y de demostrar que se está cumpliendo.
Si te estás preguntando cuál es el coste económico, nos sinceramos que es, desde luego, una inversión. No obstante, la legislación prevé que la función de implementar y supervisar el programa de compliance, en las empresas de pequeñas dimensiones, la pueda asumir el órgano de administración.
Concluimos de la mano del proverbio popular para transmitir que más vale prevenir que curar y que es buen momento para instaurar la cultura del compliance en la estrategia de tu startup e ir un paso por delante.